Os presentamos a Darío y su sesión de primera comunión en Zaragoza. Fue una tarde de verano, quizás la más calurosa hasta la presente, quién lo sabe.
Tras casi medio año de esperar y sin saber hasta el último minuto si se realizará o finalmente la ceremonia la suspenden.
Es para Darío y su familia, el reto, a pesar de las circunstancias por las que estamos viviendo, vamos a realizar la sesión, porque él lo merece.
Las horas de sol parece van a ser eternas. En el momento de fijar la fecha para realizar el reportaje fotográfico no contamos con una ola calor.
Un pequeño recorrido hasta el lugar escogido y comenzamos con nuestra sesión, son los momentos para conocernos un poquito más.
Y de esta manera, damos inicio al reportaje, son momentos con muchos nervios para Darío.
Colocarse ante una pareja de desconocidos con sus cámaras fotográficas para que den órdenes.
Mas con el transcurrir de los minutos, Darío gana confianza por lo tanto se relaja y las cosas comienzan a funcionar.
Podemos contar muchas cosas ocurridas esa calurosa tarde de verano, por supuesto podemos decir nos encontramos en un lugar privilegiado con la naturaleza en todo su esplendor.
El canto de las aves, el vuelo de las mariposas o las abejas zumbando y volando de flor en flor.
En realidad, todo es una conjunción, Darío tan guapo con su traje de Primera Comunión, acompañado de sus padres. En un entorno con tanta naturaleza.
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